A lo largo de nuestra infancia y crecimiento, hemos aprendido a actuar de una determinada manera,
hemos constituido un carácter.
Este carácter se hace más presente, más visible y más inflexible , sobretodo en los momentos más difíciles de la vida.
Es importante darnos cuenta que
la vida es continuo cambio y que muchas veces el carácter, nuestra forma de ser, se hace rígida e inflexible, lo cual nos hace sufrir cuando ante un mundo cambiante nosotros siempre queremos actuar de la misma forma. Es decir
queremos que el mundo se adapte a nosotros, siendo esto la causa de muchos de nuestros sufrimientos.
Ser capaz de flexibilizar el carácter, de revisarlo, de actualizarlo; es decir de ser consciente de mis emociones y pensamientos en cada momento, de estar presente en cada situación para tener la mejor respuesta y que ésta no sea algo automático, aprendido, que nos sirvió durante algún tiempo pero que a lo mejor hoy, ahora, ya no sirve.
Estar en el presente significa estar atento a lo que sucede dentro y fuera de mí, lo cual me da la posibilidad de:
- saber cuales son mis necesidades y satisfacerlas,
- de adaptarme al momento, de vivir el momento, estar centrado
- darme cuenta de mis pensamientos y emociones y regularlas si es necesario
Es interesante acostumbrarnos a hacernos la siguiente pregunta; ¿
Qué puedo hacer yo en este momento para sentirme mejor?;En algunos casos, suele ser más grave que la propia situación que estamos viviendo, la propia composición mental que hacemos de lo que ha sucedido. Se podría decir, por lo tanto, que nuestra felicidad, o infelicidad, está en función de la codificación que hacemos de las emociones. Por eso es tan importante, para nosotros y nosotras y para quienes nos rodean, ser capaces de tener
actitudes positivas ante las diferentes situaciones de la vida.
Mucha Felicidad
Lourdes.