Una vez que me doy cuenta de mi emoción y decido expresarla, me puede ocurrir lo siguiente:
- Lo hago y a otra cosa mariposa. Esto es lo sano.
- No puedo expresarme, tengo límites, barreras que no me lo permiten, mi emoción queda presa en mi cuerpo, en mi musculatura, el cuerpo estaba preparado para una expresión física que no ha tenido lugar. Me "como" la expresión de la emoción con sus posibles consecuencias psicosomáticas.
- Expreso y me paso de alguna forma, es decir, no regulo el cómo de la expresión. Pudiendo hacer daño a los demás, sintiéndome culpable por ello.
- Expreso siempre de la misma manera, es decir no me adapto al momento presente, mi expresión es automática debido a una serie de creencias que conforman mi carácter.
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