La empatía es el rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas.
La empatía no es otra que "la habilidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de "leer" emocionalmente a las personas.
Debemos saber que nuestras relaciones se basan no sólo en contenidos manifiestos verbalmente, sino que existen muchísimos otros mecanismos llenos de significado, que siempre están ahí y de los que no siempre sabemos sacar partido. La postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto e incluso el silencio mismo, todos son portadores de gran información, que siempre está ahí, para ser decodificada y darle la interpretación apropiada. De hecho, no podemos leer las mentes, pero sí existen muchas sutiles señales, a veces "invisibles" en apariencia, las cuales debemos aprender a "leer".
Según ciertos expertos, sólo un 35% de los mensajes que transmitimos a los demás, se materializan mediante la voz. Ya que continuamente “decimos” cosas, “hablamos” mediante nuestras manos, el cuerpo y los brazos, la forma de andar, etc.
La empatía no es otra que "la habilidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de "leer" emocionalmente a las personas.
Debemos saber que nuestras relaciones se basan no sólo en contenidos manifiestos verbalmente, sino que existen muchísimos otros mecanismos llenos de significado, que siempre están ahí y de los que no siempre sabemos sacar partido. La postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto e incluso el silencio mismo, todos son portadores de gran información, que siempre está ahí, para ser decodificada y darle la interpretación apropiada. De hecho, no podemos leer las mentes, pero sí existen muchas sutiles señales, a veces "invisibles" en apariencia, las cuales debemos aprender a "leer".
Según ciertos expertos, sólo un 35% de los mensajes que transmitimos a los demás, se materializan mediante la voz. Ya que continuamente “decimos” cosas, “hablamos” mediante nuestras manos, el cuerpo y los brazos, la forma de andar, etc.
¡Ten en cuenta que en todas las circunstancias de
la vida, cuando hablamos con alguien, cuando vamos a pedir algo…todos
hablamos continuamente con nuestro cuerpo!
Es un primer paso que nos puede acercar a los sentimientos y emociones de la otra persona, tenemos que tener en cuenta que es una interpretación, que lo que vemos en el otro está pasando por nuestro filtro emocional y que por ello podemos estar
equivocados.
Así que el segundo paso sería el diálogo, la relación con el otro, si es que realmente queremos saber qué le ocurre a la persona que observamos.
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